Todo comenzó con la familia Cardina, que en una casa pequeña del Barrio de San Pelayo montaron un chigre, donde servir pintas a los parroquianos.
Poco tiempo después el negocio fue comprado por Modesto Gonzalez, emigrante de Cuba, casado con Emilia de Ca´ Lelo, que tenían dos hijos cuando compraron el bar, luego tuvieron seis hijos más que todos nacieron en el bar.
En el año 1926, sus hijos mayores emigraron a Cuba, y desde allí mandaban el café puro, sin tostar, y las hijas de Modesto y Emilia lo tostaba en unas sartenes muy grandes especiales para eso, su café tenía fama de estar exquisito recién tostado.
Era un lugar de partidas de brisca y pintas donde todo el mundo se conocía y eran como familia.
En 1941, fallecía Modesto y su familia abandonaba el bar poco más tarde, para instalarse en una casa con todas las comodidades construida con la ayuda del dinero mandado por sus hijos desde Cuba.
Desde entonces Casa Cardina, que era el nombre que mantenía el bar, fue alquilado por la familia de Juan y Regina, muy populares en nuestro pueblo, tanto ellos como sus hijos Yolanda y Juanín.
Regina también era muy buena tejedora.
Al final de los sesenta se fueron para Madrid.
Juan y Regina en su bar.
Juan y Regina con sus hijos.
En 1966, la familia de Modesto vendió el chigre a un joven matrimonio de Ávila, el marido Manuel Rodriguez había llegado a nuestro pueblo para trabajar en ENSIDESA, poco después vino su mujer con su hijo pequeño, Jorge, para hacerse cargo del negocio y convirtieron el pequeño chigre en su hogar.
Cambiaron el nombre, pasó a llamarse Bar Ávila y el estilo del bar , de ser un chigre donde se ponían pintas de vino y se jugaban a las cartas, se transformo en un bar donde se hacían exquisitos platos preparados por Felisa.
Los vecinos de Trasona y todos los que trabajaban en nuestro pueblo pasaban a degustar el cochinillo asado al modo castellano y los platos contundentes que preparaba su propietaria tanto castellanos como asturianos.
El matrimonio con su hijo y su sobrina Mary
Años más tarde, en 1993 el bar llevo una transformación pasando, sin perder el aire antiguo, a un local preparado para los tiempos modernos.
Durante los años que regentaron el bar Felisa y Manolo, fueron muchos a los trataron como si fuesen su familia, dándoles consejos y atendiéndolos cuando su familia estaba lejos, muchas navidades compartían su mesa con aquellos que no tenían familia o que la tenían muy lejos.
Navidad de1983, compartiendo mesa con "Piloto" que tenía su familia en Gerona.
En el Ávila tenían buenos embutidos y buen jamón de Ávila.
En las fotos con sus hijos Jorge y Fernando y su sobrina Mary.
Mary paso toda su infancia y juventud en nuestro pueblo con sus tíos.
Nunca se dejo a nadie sin comer ni cenar, fuese a la hora que fuese, si no había nada preparado se hacía un plato, con lo que hubiese en la despensa, pero nadie salía con hambre del Avila.
El bar Ávila fue siempre un lugar de encuentro para muchos vecinos de Trasona, era frecuente entrar a tomar una pinta de vino y de paso probar algo de lo preparado por Felisa.
Manolo, amenizaba con su guitarra las cenas de los amigos de la peña y nos basta ver las caras de todos en estas fotos, para dar fe de lo bien que se lo pasaban.
En el Ávila seguían haciéndose partidas de brisca, tute y lo que pintara, Feli, no tenía problema por ponerse a jugar cuando se necesitaba.
En 1999 la Cámara de Comercio de Avilés rindió homenaje a las empresas con historia de la comarca, y los propietarios del bar Ávila, fueron invitados.
El acto consistió en una Misa, luego la entrega de distinciones a los propietarios de empresas que llevasen más de 75 años con el mismo negocio y más tarde a una cena con baile para celebrar la fiesta.
Alquilaron su negocio, primero a Santiago y luego a Cris y Jesús, pero actualmente está sin alquilar, permanece cerrado, es una pena.
Si a alguien le apetece regentar un bar centenario y con historia en Trasona , ya sabe, el Ávila lo espera.
Bueno pues 1 año largo después de esta entrada aquí estamos las chasinas poniendo todo esta a nuestro alcance para que este sea el chigre familiar que siempre ha sido. Os esperamos en el mismo bar con el.mismo nombre un toque diferente pero con pintas, buen café y algo pa picar sin olvidarnos de la familiaridad de este emblemático chigrin
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