En nuestro pueblo, las personas y las generaciones van pasando a través de los tiempos, de eso queremos dejar constancia en este blog, con ese motivo está hecho para recordar a las personas que construyeron o ayudaron a construir la historia de Trasona.
No podemos olvidar todos esos habitantes silenciosos o algunas veces ruidosos que ayudaron en todas las épocas a hacer un poco más llevadera la vida de las personas de Trasona, son los animales, ellos formaron parte importante de las familias, algunas de ellas su vida giraba entorno a las necesidades de sus animales.
La imagen de esta foto era algo frecuente en nuestro pueblo, vacas paciendo en el prao al lado de la casa.
Casi todas las casas de Trasona tenían una o dos vacas para alimentar a la familia.
Las familias celebraban cuando nacía una nueva "xiatina" para criar y dar leche, era una fiesta sobre todo para los niños.
Por el día, si no nevaba o llovía demasiado las vacas se sacaban a pacer hierba fresca al prao, la misión de lindar a las vacas corría a cargo de los hijos pequeños.
Era un orgullo posar con una buena vaca para la foto, las había roxas, pintas, negras, de todas las clases lo importante era que fuesen buenas vacas lecheras.
Los mozos de Trasona acompañaban y daban tertulia al que estaba cuidando las vacas para que no fuera tan pesado y pasar el tiempo.
Casi todas las fotos están hechas en la quintana de las caserías, delante de la casa o la cuadra.
Aunque en las fotos que tenemos de los vecinos de Trasona en las distintas épocas con sus vacas, no encontremos ninguna mujer, no significa que ellas no fuesen tan esclavas o más que los hombres para atender el ganado.
Cuando el marido estaba fuera o no le apetecía trabajar, eran ellas las que mantenían limpia la cuadra, les daban de comer a las vacas, las "cataban", y si había mucha, vendían la leche.
Además de las vacas, en cualquier casería no podía faltar un buen burro, los burros eran imprescindibles, cuando se iba a segar, a sembrar o a recoger la cosecha, para llevar la leche y la mercancía para vender en Avilés, para todo, hasta para pasear a los nietos o sobrinos, se empleaban los burros con sus albardas.
En todas las quintanas de Trasona, además de la cuadra estaba la "cubíl " para los cerdos, unas con más y otras con menos, unas no olían demasiado porque sus dueños las mantenían limpias y otras daban un olor percibido a muchos metros, se les daba de comer las llavazas o llavizas, consistían en el agua de aclarar la grasa de los platos después de comer, y añadirles pulgos de patatas, harina de maíz etc.
Hoy en Trasona se siguen criando cerdos en alguna casa, pero en pocas, y se sigue haciendo matanza o San Martín.
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Tampoco nos podemos olvidar de las gallinas y los pollos, tan apetitoso el pito de caleya, como los huevos de la gallina que anda todo el día por los praos .
Quien no recuerda la imagen de la pita clueca dando calor a sus huevos y luego cuidando de los pitinos, con ellos siguiéndola a todas partes, es una imagen que todo el que la vea no lo puede olvidar.
O al gallo controlando el gallinero y a todas sus pitas.
Los conejos, también estuvieron presentes y siguen estando en nuestro pueblo, antes estaban sueltos por la cuadra y alguna vaca de vez en cuando les soltaba una patada y al día siguiente había conejo para comer.
Hoy están en conejeras y de pequeños son la alegría para los niños , como era antes e incluso juegan a amaestrarlos, cuando los abuelos se lo permiten.
En nuestro pueblo tenemos un poco de todo, hasta ocas, muy apreciadas por sus huevos.
Aparte de todos estos animales no podemos olvidarnos de los perros, ya que en toda casa de aldea debe de haber uno, para avisar si llega algún visitante inapropiado.
Los gatos siempre fueron necesarios en las caserías, para evitar a los ratones, en todas las quintanas había uno o dos gatos tumbados al sol o a la caza del ratón.
Trasona, nunca fue pueblo con ovejas, pero ahora al no haber ganaderías, no se necesita segar tanta hierba y los dueños cercan las fincas y meten alguna oveja para que coman la hierba y tener limpios los prados.
Otros protagonistas son los pájaros y en la zona del pantano los patos, es frecuente verlos volar encima de las casas vecinas o zambullidos en el agua del río o del pantano.
Hay un animal que lleva toda la vida en Trasona, de hecho hay unos praos que llevan su nombre "la raposiega" porque es donde acampan a sus anchas, están situados por encima de la cantera de piedra de Sopeña entre Fafilán y Overo, esta cantera está llena de cuevas, donde se guardan los "raposos" o zorros, que llegan a los gallineros cuando menos se les espera.
De vez en cuando y ahora más frecuente recibimos la visita del jabalí, que llega hasta Fafilán y Overo, por Trasmonte campan a sus anchas compartiendo el monte con algún rebeco despistado por el paso de la autovía por sus dominios.
Terminamos la entrada, con una foto de hoy mismo, realizada en la Parroquia de Trasona, todavía podemos ver en alguna casería las vacas paciendo en el prado como hace 50 años, gracias por seguir con la tradición.