Si hay un maestro de Trasona, que todos los vecinos con más de cuarenta años recuerden con cariño es D. Pablo Morán.
Los recuerdos al hablar de D. Pablo, son de un maestro muy avanzado para sus tiempos, una persona afable que casi nunca castigaba, que organizaba funciones de teatro, jugaba los domingos al mus, y potenciaba los deportes.
Cuando desapareció la escuela de Trasona, D. Pablo estuvo como director del nuevo Colegio de Los Campos unos años hasta que se fue para Avilés.
Para recordar a este "Maestro" de Trasona, pedimos a su hijo Pablo, una de las personas que mejor lo conocieron, que nos relatase la vida de su padre, nadie mejor que él para ayudarnos a realizar esta entrada.
Desde aquí damos las gracias por su colaboración con este blog a Pablo Morán hijo.
Pablo Morán Corona nació en la provincia de
Consolación del Sur (Cuba) el día 8 de Agosto del año 1.919.
Su padre, Rafael, emigrante, se casó con Concha
Corona, matrimonio que tuvo seis hijos, el segundo de los cuales fue Pablo.
En 1.921 regresan a España y se instalan en
el pueblo natal del marido.
Estudia el bachiller entre los años 1.931 a 1.936 en el Instituto de
Segunda Enseñanza "Claudio Moyano" de Zamora que había comenzado su
funcionamiento hacia 1.920; el edificio
existe actualmente con el mismo uso. En aquella época el instituto dependía de la Universidad de
Salamanca y su rector era entonces D. Miguel de Unamuno.
En Noviembre de 1.942 contrae matrimonio con Elísea teniendo cuatro
hijos (tres niñas y un niño), la primera niña murió en Trasona en 1.953.
En 1.946 obtiene el título de Maestro de Enseñanza Primaria haciendo
durante un año las prácticas en una pequeña localidad de Burgos de nombre Pinedillo
que se encuentra cercana a Lerma y que en la actualidad cuenta con 42
habitantes. De Pinedillo recordaba el buen pan que hacían, los viajes en carro
de cinco Kms. para salir a Lerma y en la
casa una calefacción llamada "de gloria" que ya utilizaban los
romanos en las termas y era el antecedente remoto del hilo radiante por el
suelo actual.
Finalizado el curso 1946/47 solicita el traslado a Trasona. El motivo de
elegir Trasona fue tener cerca una ciudad con Universidad (Oviedo) donde
pudieran estudiar en el futuro sus dos
hijas nacidas hasta entonces. Y ahí comienza su trayectoria en Trasona como
Maestro Nacional de la escuela unitaria de niños número uno. (En aquel momento
no podía ni imaginar que el ochenta por ciento de su vida sería Trasona).
En el inicio del curso 1947/48 se
aloja por breve tiempo en una casa de Overo, poco después viene su mujer y
ocupan la Rectoral (que existe actualmente al lado de la autopista y aparece
con aspecto distinto en alguna foto de la página webb). Entonces era una sola
vivienda, un caserón destartalado que guardaba el archivo parroquial y que
según manifestaba sólo ocupaban en una pequeña parte, lo demás estaba cerrado.
Enseguida el Ayuntamiento,
como era costumbre entonces, le asigna una vivienda adosada a la escuela en la
que permanece hasta finales del mes de Septiembre del año 1.975.
Pero desde el primer momento la escuela fue siempre la misma, situada
frente a la iglesia y a la que se llegaba cruzando un estrecho puente sobre la
vía del ferrocarril estratégico que nunca llegó a funcionar (el puente aparece
en varias fotografías).
La escuela se había construido en el año 1872; en su
fachada había una placa esculpida en piedra con esta inscripción:” Casa escuela
fundada en 1.872 por ¿nombre? a expensas del capital que heredó de su hijo José”.
Está claro que un indiano que falleció viviendo el padre fue quien
aportó el dinero para levantar la escuela, lo cual era corriente y habitual
entonces. En Asturias se conservan escuelas construidas por donaciones de
indianos en número suficiente.
Era de
anchas paredes de piedra, piso de madera, puerta con dos hojas (superior e
inferior) y orientación norte-sur con ventanas en ambas paredes. En el
interior, bastante grande, había varias filas de mesas de madera maciza con
tinteros, dos encerados y hasta finales de los cincuenta los niños más
pequeños utilizaban pizarras pues las
libretas y bolígrafos eran escasos.
Como libros de texto “el cuaderno de rayas”
y la enciclopedia Alvarez para los de más edad. El material escolar consistía
en mapas de geografía desplegables, un armario con libros, un juego de pesas y
medidas y otro de figuras geométricas de madera. En el invierno como
calefacción, eficaz como pocas, una estufa de carbón sobre la que se ponía una
lata con agua y hojas de eucalipto. Para alimentar la estufa cook o antracita
que traía un camión y madera.
En los años cincuenta se repartía entre los escolares leche en polvo que
mandaban los americanos como ayuda, venía en unos grandes bidones de color
amarillento de un material fuerte y que terminaron
utilizándose para guardar el cook y la antracita de la estufa.
Entonces en una misma escuela había niños desde seis a catorce años y el
mismo maestro daba todas las asignaturas; esto hoy resultaría impensable,
entonces era así y no había otra cosa.
Al lado de la escuela había un gran fresno, viejo, grueso y que acabó
secándose en los años 80/90, seguramente este árbol lo plantaron al construir
la escuela en el siglo XIX y le sobrevivió a ella quince o veinte años.
Como la construcción de Ensidesa supuso un cambio radical en la vida de
Trasona la enseñanza ser vio también afectada. Durante los años cincuenta
también impartió clases por las tardes en la Marzaniella pues al parecer todos
los niños no cabían en la escuela (era la única en Trasona de niños). En total, contaba él, los dos grupos llegaron a sumar 100
niños.
A principios de los sesenta el Ministerio de Educación formó la llamada
“Pequeña Universidad” orientada a la
escolarización de adultos analfabetos para que aprendiera a leer y escribir y
en la que también impartió la docencia.
En todos esos años llegaron a pasar por la escuela alumnos cuyos hijos
posteriormente también estudiaron con él; así de larga fue su trayectoria que
hasta esa situación se dio con frecuencia.
De la escuela salieron chicos que posteriormente estudiaron en la
universidad cursando carreras superiores, también era común que terminaran sus
estudios en las universidades laborales. .
Durante muchos años el curso escolar se cerraba invitando a todos los
alumnos el día 29 de Junio, festividad de S. Pedro y S. Pablo, que entonces era
festivo, a rosquillas y otros dulces formándose un gran ambiente en la escuela.
Durante su vida en Trasona participó en todas las actividades de la
época. Fue socio fundador del Centro Cultural y Recreativo, junto con otras
personas, teniendo una gran actividad en los años sesenta y principios de los
setenta con conferencias, juegos, biblioteca, fiestas de fin de año, etc.
Colaboró en las comedias y representaciones de los años cincuenta y principios
de los sesenta. Fue concejal del Ayuntamiento de Corvera siendo alcalde “Paco”;
de esa época viene el primer intento de poner un apeadero en Los Campos en la
línea de Renfe S. Juan de Nieva-Oviedo que sólo sería realidad años después.
En los años sesenta organizó excursiones durante los veranos en las que
participaban los vecinos de Trasona. Los destinos solían ser Ribadeo, Tarna,
Somiedo o S. Isidro.
Hacia 1.968 comenzó el rumor que una autopista iba a pasar muy cerca del
lugar que ocupaba la escuela, con el paso del tiempo el rumor se transformó en
realidad y a principios del mes de Octubre del año 1.975 escuela y casa fueron
demolidas.
La escuela tuvo una vida de 103 años, los dos últimos sin alumnos pues en el curso 1972/73 todos los escolares de Trasona estaban ya en un nuevo colegio .
En el año 1.977 solicita el traslado para el colegio “Palacio Valdés” de
Avilés para terminar jubilándose en el año 1.984. En el concurso de traslados
del año 1.977 era el segundo maestro de España con más puntuación por los años
de servicios prestados.
Después de su marcha de Trasona a finales de Septiembre de 1.975
continuó manteniendo amistad con
personas que o bien eran de allí o habían vivido en Trasona. A sus
antiguos compañeros del colegio “Palacio Valdés” les visitaba con frecuencia hasta que, poco a poco y con el paso del tiempo los de
edad aproximada fueron jubilándose también.
El día 13 de Octubre del año 2.003 fallecía en Oviedo a la edad de 84
años. Hoy descansa en el pueblo de su familia junto a su mujer y a su hija
mayor.
Un hermano suyo, el mayor de todos, llevó una trayectoria semejante en
Gijón donde ejerció la docencia desde principios de los años cuarenta hasta su
jubilación. Poco tiempo después de su muerte le
dieron su nombre a una calle de Gijón: “calle del Maestro Amado Morán”.
En Trasona y en vida recibió D. Pablo de sus alumnos muestras sobradas
de reconocimiento a su labor y de respeto a su persona, todavía se conservan
hoy placas de homenajes de la época y distinciones por los méritos de ese
tiempo.
El siempre consideró que Trasona había sido “su escuela” y donde
transcurrió “su vida” y ya jubilado comentaba que a la escuela de Trasona
“volvería ahora mismo.”
Gracias D. Pablo Morán Corona, por esa vida dedicada a Trasona, el pueblo no lo olvida.
Gracias D. Pablo Morán Corona, por esa vida dedicada a Trasona, el pueblo no lo olvida.
Ya han transcurrido cuatro años de esta reseña y observo con sorpresa que nadie ha comentado esta joya literaria de nuestro pasado.Bien voy a comenzar enviando un abrazo a mi "compañero" de infancia Pablito del que guardo -como de otros tantos con los que pasé unos años inolvidables- buen recuerdo. Tal vez el hecho de abandonar tan joven Trasona haya idealizado sobremanera mi punto de vista sobre aquellos años pero mis recuerdos traen imágenes de risas y juegos quedando los momentos tristes diluidos en anécdotas que para nada empañan mi punto de vista sobre la educación de la época. Era la que era pero hoy en día no he visto en el colegio de mis hijos esa alegría ni el respeto al profesor que entonces profesábamos. A propósito de D.Pablo recuerdo su voz grave y exquisita pronunciación, y como anécdota, la profunda impresión que le causó el asesinato de Robert Kennedy hasta el punto de darnos fiesta..hecho que se me ha quedado grabado a fuego. No descubro nada nuevo si digo que mis mejores recuerdos con mis compañeros son los partidos de fútbol en el recreo a la sombra de ese fresno que también recordamos quienes vivimos aquellos años irrepetibles.
ResponderEliminarEra primo de mi madre y la relación familiar era tal que un hermano de él y mis padres celebraron la boda conjuntamente.
ResponderEliminarNos bañábamos juntos en el puente en verano cuando yo era joven.
Y entonces yo jugaba mucho con su hijo Pablo, que era un niño y con su padre después al mus.
Hombre que transmitia una gran bonhomía, seriedad y siempre jovial y locuaz;infundando siempre ánimo.
De recuerdo imborrable...
Soy Nicolás Blanco de Santibáñez de Tera (Zamora). Su pueblo familiar.
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