En 1962 Ovidio y Dorina, un matrimonio de Trasona pensaron en abrir un bar, lo abrieron en Santa Cruz, en la orilla de la carretera que une Los Campos con Trasona.
El bar ocupaba toda la parte de abajo de la casa, con un salón para dar comidas, se llamó Casa Ovidio, en el piso tenían su vivienda.
Ovidio y Dorina tenían dos hijos Ovidio y Mary, que poco a poco se fueron metiendo en el negocio.
Ovidio y Dorina con Mary.
La fama de Dorina como cocinera empezó a correr por toda la comarca y tenían siempre el comedor lleno.
Eran tiempos muy buenos con muchas personas llegadas de toda España para trabajar en ENSIDESA, todos acudían a comer a este restaurante, los jefes de todas las empresas hacían sus comidas de trabajo en este restaurante.
Nuestro padre era cliente de siempre y al conocerlos, comprendí el motivo de tanto éxito, la calidad de los alimentos que cocinaban siempre fue excelente, la limpieza exquisita, fueron muchas las veces que entré en sus cocinas y lo puedo asegurar.
Alicia echando una mano en las antiguas cocinas a su prima Dorina.
Ovidio se casó con Tita , que supo adaptarse a la vida de restaurante y enseguida ayudar a Dorina.
La cocina del primer local. A la izquierda el ventanuco para pasar las comidas al comedor.
Tita, Alicia y Dorina en la cocina.
Ovidio siempre atendió las mesas y la barra del bar.
A Ovidio padre lo recuerdo como una persona muy agradable, serio pero atento con todo el mundo y Dorina era encantadora, dulce y tranquila, como su hija Mary.
Dorina, Antonia, Mary y Tita en las nuevas cocinas.
Con los años el local se quedó pequeño y construyeron otro mucho más grande donde las cocinas son más modernas. Se comenzaron a celebrar bodas, bautizos y comuniones, las familias quedaban tan contentas que siempre repetían para todos los eventos en este restaurante que era como estar en casa.
Dorina el alma del negocio
Nuevo restaurante Casa Ovidio
El restaurante Ovidio también sirvió catering a empresas, sobre todo ENSIDESA (hoy ACELOR), diariamente servían comidas y en los grandes actos allí estaban alimentando a todos los invitados.
Inauguración de Acería LD III en 1989, aquí están Ovidio padre e hijo.
Ovidio atendiendo el comedor.
Ovidio padre se fue muy pronto, Dorina tuvo el empuje y la ayuda de sus hijos y su nuera para poder seguir al cargo de las cocinas, sus consejos, recetas y modo de cocinar perduran en las cocinas del restaurante.
Los años fueron pasando y los hijos siguieron con la buena cocina y atención que hizo famoso el restaurante.
En sus salones comieron personas muy importantes, se cerraron muchos negocios, pero siempre trataron a todos los comensales con el mismo cariño y atención.
Llevaron varios premios y reconocimientos a su labor.
Primero le tocó la jubilación a Ovidio, luego a Tita y por fin ahora le llega a Mary, fueron muchos años entre los fogones, muchas horas y mucho esfuerzo para que todo salga perfecto.
A los que los queremos nos alegramos de que por fin puedan descansar, tanto trabajo ha hecho mucha mella en el cuerpo de las cocineras y necesitan descansar.
Hoy ha salido en La Voz de Avilés un pequeño reportaje sobre el cierre del negocio que preside esta foto de Marieta.
Mary, Ovidio y Tita.
Decíamos que nos alegramos de que descansen, pero sentiremos mucho pena por no poder acudir más a saborear esas comidas "de casa" que nunca te sentaban mal y que comías con toda la tranquilidad del mundo.
Descansar que ya es hora, un abrazo para los tres.
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