Es el quinto año desde que se recuperaron, después de catorce sin celebrarse.
Comenzaron el viernes por la tarde, con el homenaje a los mayores, el concurso de tortillas y la muestra de tonada asturiana.
Abdón y su señora.
Tanto Abdón como Esther llegaron a nuestro pueblo con sus familias para trabajar en ENSIDESA, ella vivió en el poblado de la empresa y él, en El Pedrero así queda reflejado en la entrevista de la Nueva España.
Tonada asturiana.
El sábado se celebró el festival intercéltico en el prao de la fiesta, se colocaron unos tableros en el suelo, para que pudieran bailar los grupos.
El día se completó con el clásico partido entre solteros y casados, donde ganaron los solteros y la gran verbena de la noche.
El domingo comenzó con un sol que parecía encargado especial, muy temprano para los miembros de la comisión y esos vecinos de Trasona que no faltan año tras año a la hora de colocar las mesas, manteles, limpiar sillas. Se pusieron a trabajar duro y dejarlo todo perfecto para la Gran Comida Indiana.
A partir de las 13:30 horas, los invitados comenzaron a llegar, con sus mejores galas dispuestos a disfrutar de ese día con tanto calor y tanto sol.
Los que les tocó quedar fuera de la carpa traían sombrillas para protegerse del sol, ahí estaban Maximina, Rafael y sus hijos.
Fuera de la carpa también los amigos que llenan de alegría el prao de las fiestas con sus bailes, los Collaceos de Mieres, fieles desde hace tres años a nuestra fiesta.
Había amigos venidos desde:
Cataluña
Orense, desde Viveiro, en Lugo, la familia de Isidro, todos los años vienen, su padre fue el gran impulsor de las fiestas en los años sesenta, construyendo carrozas con los pocos medios que había.
Este año nosotros también teníamos nuestra carroza, la que se construyó para el desfile de Pascua y que utilizamos para la presentación de las fiestas el sábado anterior en Parqueastur y el domingo se colocó en el prao.
Hasta de Tampa llegó nuestra Lola que no se puede perder las fiestas de la tierra de su abuelo, si puede vuelve todos los años.
Fue un día estupendo, con mucho calor pero lleno de hermandad, compartiendo mesa y alimentos entre todos los amigos, la sidra estaba en todas las mesas para combatir la sed y el calor.
Había muchos bebés que se estrenaban y otros que repetían o volvían otro año más.
Se sortearon todos los regalos que donan los colaboradores.
Al terminar el sorteo, comenzó la música que duró hasta las 12 de la noche, mucho baile y mucha alegría y reencuentro entre los amigos que nos volvemos a ver todos los años.
Todas las personas que vinieron este año por primera vez marcharon encantadas, diciendo que volverían todos los años.
Es un orgullo para los organizadores ver como todo sale bien, son muchos días y muchas horas trabajando pero la felicitación de todas las personas compensa.
Las fiestas terminaron el lunes con el fiestín: juegos infantiles, reparto del bollo preñao y la botella de vino con el logotipo del indiano.
Los socios se quedaron a compartir el bollo con los amigos, daba gusto ver la carpa llena de amigos que tardan en verse disfrutando del encuentro, todos coincidimos que el bollo estaba exquisito.
A continuación la verbena y el baile del limón.
Se entregaron los premios de todas las actividades y como broche final la orquesta Assia hizo a todos moverse.
Se acabaron las Fiestas de San Pelayo 2018, vivan las fiestas 2019.
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