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viernes, 26 de diciembre de 2025

Isidro, un buen trasoniego amante del pueblo que lo vio nacer.

 

El  día de Nochebuena recibimos una noticia muy triste, Isidrín, el hijo de Isidro se había muerto el día anterior .

                                          Isidrín a la derecha de la foto  con su familia  

A Isidro, todo el que lo conocía tenía que quererlo, siempre con una sonrisa en los labios y una palabra agradable para todos.

Pasó su infancia y adolescencia   en la casa familiar indiana de San Pelayo.

 En esta foto está con su hermana y amigas de infancia que lo adoraban.

Era gran aficionado a la caza que practicaba con Ricardo y Ricardo Javier, Juan Carlos recuerda aquellas aventuras en las que lo llevaban a él, casi un niño, para que pudiera disfrutar de la naturaleza.

Era amigo de sus amigos y los llevaba a disfrutar de las fiestas de Navia, donde sus primos tenían una casa.  Manolita recuerda siempre aquellos viajes con gran cariño.


En las fiestas de Navia 

Cuando la casa de Trasona se vendió para construir  pisos,  su familia se fue a vivir a LLaranes , al poblado de ENSIDESA,  su padre trabajaba en la empresa.

Sus padres tenían una casa cerca del cementerio de Trasona y casi todos los días pasaba Isidro padre, caminando por delante de nuestra casa  para atender el huerto y el jardín.

Isidro estudió en la escuela de peritos de Gijón.


Daba clases particulares  en su casa de LLaranes,  para ayudar en los estudios a los que tenían problemas con las asignaturas de ciencias, sus alumnas recuerdan sus clases con mucho cariño.

En Llaranes vivía también Ana de la Calle,  su mujer.

Cuando terminó la carrera se fue a trabajar a  Galicia a la empresa Barras Eléctricas, fijó su residencia en Viveiro, donde todavía vivía.

El día 24 por la tarde,  La Voz de Galicia da la noticia de su muerte con un reportaje de su vida. 

Dice: " Tenía setenta y ocho años y desarrolló distintos puestos de responsabilidad dentro de la empresa Barras Eléctricas durante décadas. Su labor era muy apreciada tanto en la ciudad del Landro como en otras poblaciones del entorno. Además también durante décadas fue profesor de clases particulares. Viverenses de varias generaciones pasaron por su casa para reforzar o recuperar asignaturas de ciencias como matemáticas o física". 



Aunque se fue para Galicia nunca se olvidó de Trasona, siguió arraigado a su pueblo.
Durante muchos años vino a cuidar el huerto y la casa al lado del cementerio que le dejaron sus padres,
hasta que la vendió.

Fue el fundador con otros amigos del Club Ciclista de Viveiro.

El club ciclista de Trasona realizó dos marchas ciclistas a Viveiro desde nuestro pueblo,  al llegar se encontraron en el polideportivo, con una gran mesa  llena de mucha comida que había preparado Isidro para darles la bienvenida, todos los gastos corrieron de su parte, la segunda vez que repitieron la etapa, ocurrió lo mismo, no podía dejar de invitar a sus amigos de Trasona.

Hasta que se puso enfermo, venía por lo menos tres veces al año a Trasona para segar el entorno del cementerio y donde hiciese falta, le ayudaban Arturo, Carlos, Roberto los últimos años.

Desde que se hizo el Belén en Trasona acudía todos los años con su familia para verlo, no fallaba, le encantaba, el año pasado todavía estuvo de visita con sus nietos.

Cuando se retomaron las fiestas de Trasona, tanto él como su hermana Rosa Mari se hicieron socios de SOFETRA 2014 y vinieron casi todos los años a la comida indiana, daba gusto verlos tan guapos y bien vestidos, su mujer Ana tenía una tienda en Viveiro de labores y sabía adornar sus indumentarias para estar perfectos.

Cada vez que sabía que algún trasoniego marchaba a trabajar cerca de Viveiro , lo llamaba y se ponía a su disposición por si necesitaba algo, así era Isidro.

Vivía en Galicia pero parte de su corazón permaneció siempre en Trasona, siempre demostró quererlo y hacer todo lo posible por mejorar su pueblo.

Deja cuatro hijos Isidro, Vicki, Eva y Pelayo, "le salieron muy bien los cuatro hijos muy estudiosos y responsables", me comentaba hoy un familiar, pero no podía ser menos con unos padres tan buenos, cariñosos e inteligentes.

Esta es la manera de hacerle nuestro pequeño homenaje, porque lo merecía, muchos no lo conocisteis,  pero los que tuvimos la suerte de conocerlo siempre lo recordaremos con cariño.

Un abrazo muy grande para su familia, especialmente para su mujer Ana y su hermana Rosa Mary.

Os hemos puesto arriba  el enlace de la Voz de Galicia para que leáis la noticia.

           
         En la foto los dos hermanos con sus cónyuges en  la fiesta de San Pelayo con la Banda de gaitas de Corvera, así es como lo queremos recordar, con una sonrisa y colaborando con todo lo que se hacía en Trasona.
 D.E.P.