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martes, 24 de marzo de 2015

CONCHITA LA CARNICERA

Conchita 
Si hay alguien popular en nuestro pueblo, esa es, Conchita.
Conchita, nació y pasó los primeros años de su vida en Candás. 
Su padre murió joven y su madre con mucho trabajo sacó adelante a sus hijos y a una sobrina, gracias al negocio que tenía a la entrada de la Villa marinera, "El Descanso", o casa Nora.

El Descanso
En este negocio, como en casi todos los de la época se unían la tienda, el bar y el estanco, Conchita recuerda el gran número de cartillas de racionamiento  que tenían que atender en aquellos años de escasez y lo que  tenían que trabajar para poder sobrevivir.t También recuerda con tristeza la enfermedad de su hermano Alfredo, en aquella época su madre lucho para conseguir las medicinas que necesitaba, pero falleció con 22 años.

Conchita, conoció a Ángel "el de la viuda", empleado en el Carreño desde los catorce años, porque su madre también se había quedado viuda con muchos hijos. Ángel era unos cuantos años mayor que ella, pero con una gracia y picardía que la enamoraron.


Se casaron el 3-5-1952, vivieron en Candás, donde nacieron sus tres hijos mayores hasta que Ángel dejó su empleo en el Carreño y vinieron a vivir a Trasona en 1958.


La carnicería se inauguró el 15 de octubre de 1959, en El Cueto, en una casa de los dueños del Xavina, al lado de la carnicería estaba su vivienda. Recuerda como en los inicios del negocio,  Trasona al no tener agua en las viviendas suponía un sacrificio el tener que ir a buscarla a las fuentes para poder limpiar, los callos, pelar los pollos, mantener limpia la carnicería.....traía tres calderos, uno en cada mano y otro en la cabeza.

Tuvieron cuatro hijos, Norita, Eloy, Angel Manuel y Alfredo.

Los tres hijos mayores.

La carnicería tuvo mucho éxito, los carniceros eran encantadores, simpáticos y atentos,  vendían una carne exquisita y pusieron los precios mas baratos que en Aviles, eso les costó algún que otro disgusto con las carnicerías Avilesinas, incluso querían cerrarles el negocio, así aparece reseñado en este periódico de la época "La Voluntad" el 2 - XII - 1967.


Los hijos mayores  se criaron en Candás con su abuela y Oliva, la niña adoptada por Nora y su marido,  que los quería como si fuesen suyos y ellos a ella.

Nora y sus nietos mayores
Conchita y Ángel siempre estaban pendientes de sus hijos.

Conchita y Angel de boda con Norita.

Conchita, todavía conserva las tarjetas que le dedicaba su hija.


Fueron tiempos de mucho trabajo, pero también de pasarlo muy bien acudiendo a todas las celebraciones que podían.

Con Camuel en otra boda.

Unos años más tarde abrieron una pequeña sucursal en La Marzaniella, a la que llevaban todos los días la carne por la mañana y lo que sobraba, si sobraba, lo retornaban al Cueto.

Alfredo de pequeño.
Conchita recuerda que el día antes de nacer su cuarto hijo Alfredo, bajaba con un gran goxo de carne para La Marzaniella, seguro que eso influyó en que ahora Alfredo sea su digno heredero y seleccione  como nadie los  xatos  que venderá en su carnicería, ya era carnicero antes de nacer.

Conchita y Angel con su hijo Alfredo, Antón del molín y el tratante Garita

Conchita solo descansaba los domingos, la tarde la dedicaba para ir a visitar a su madre y disfrutar con  sus hijos y Oliva, que era una hermana para ella.
Mientras tanto Ángel pasaba la tarde de los domingos con sus amigos, entre los que se encontraba nuestro padre, jugando la partida de cartas en el Bar Braulio.
Ángel  formó parte de la directiva del Centro Cultural de Trasona.

 Angel entregando trofeos en el Centro.

Por el verano Conchita disfrutaba en la playa de Perlora, donde íbamos toda Trasona, le encantaba nadar con nuestra madre, las dos eran de puerto de mar y nos enseñaron a todos los niños de nuestro pueblo de aquella época a nadar, por lo menos a no tener miedo al agua.

En la playa de Perlora.

Los maridos eran felices "jugando la partida" y ellas rodeadas de sus hijos disfrutando del baño y de la merienda tan rica,  que siempre recordaremos, la tortillina de Caridad y los filetes empañados de Conchita, acompañados de casera para los niños.
Norita, se convirtió en una bella señorita, alegre, cantarina y simpática como su madre, se casó muy joven y tiene tres hijos.


El tiempo  fue pasando y los hijos creciendo, Camuel se hizo un famoso portero, primero en el ENSIDESA, el Oviedo y después el Tenerife ....
Comenzó a salir con Olga, una preciosidad de niña,  hija de Manolo y Alvarina del Bar Blanco, se casaron muy jóvenes.


Olga y Camuél al lado de la prima de Olga y de Luzdivina, hermana de Angel y muy importante en la vida de toda la familia.

También Eloy se casó con Maribel, tienen dos hijos.

Conchita en la boda de su hijo Eloy.

Olga y Camuel tuvieron dos hijos Daniel y Javier, dos niños guapísimos.

Conchita y Angel con su nieto Javi, el día de su bautizo.

Todo cambió para Conchita, cuando su nuera Olga tuvo  un accidente de coche. En él, falleció Alvarina, la madre de Olga y ella unos días más tarde, Camuel estaba entonces en Tenerife jugando al fútbol.
Conchita se hizo cargo de sus nietos tratándolos como si fuesen sus hijos, luchó por educarlos con todo el cariño que podía y que no notasen la falta de su madre, eran muy pequeños entonces.

Conchita con sus nietos en la boda de Camuel con Manoli.

Unos años después Camuel se casó con Manoli, dando una hermana a sus hijos, un cielo de niña rubia y guapísima llamada Irys.

Alfredo, el hijo pequeño de Conchita, también se casó con Margaret, hija del dueño de la Economía.

Conchita con su nieto Javier en el exterior de la vieja carnicería.


A  Conchita y a Ángel les fue muy bien con el negocio, compraron locales comerciales en el  nuevo edificio construido en el Cueto, llamado también edificio de San Vicente.
También Camuel compró y puso su Café Pub, en estos edificios "Pub Camuel."

La carnicería y la casa se estaban haciendo viejas y eran alquiladas, por eso en uno de los locales comprados pusieron la nueva "Carnicería Conchita", regentada por su hijo Alfredo ayudado por ella.
Otro gran sufrimiento para Conchita fue ver el deterioro de su pareja de toda la vida, Ángel enfermó y después de unos días ingresado en la UCI terminó falleciendo el 30-6-94.


No se terminó aquí el sufrimiento para esta "mujer coraje", su nuera Manoli, falleció siendo su hija muy jovencita. De nuevo Conchita volvió a ser madre y abuela para sus nietos.

Todos estos sufrimientos han causado situaciones de angustia y dolor a Conchita, pero rodeada de sus cuatro hijos, ocho nietos y cuatro biznietos, además de todos los amigos que la quieren, ha ido superándolo poco a poco.

Es muy raro que pase un día sin visitar el cementerio, no olvida a los que ya no están, le gusta ir a contar sus cosas a sus seres queridos y a los amigos que se encuentran allí.

Alfredo en el mostrador, excelente carnicero y mejor persona, siempre una sonrisa y una palabra agradable para todo el mundo.

Alfredo lleva estupendamente el negocio, su carne es especial, recuerdo el comentario de un encargado del matadero de Avilés que decía "Alfredo tenía un ojo especial para escoger los buenos terneros, siempre su carne es la mejor".

Conchita siempre fue una mujer fuerte y sigue siéndolo, todo el mundo que la conoce queda admirado de su fuerza y energía.

Conchita con Antonio "el ruso", otro personaje famoso en todo el  pueblo, cliente habitual, estaba comprando en la carnicería cuando fui a por las fotos.

Lo que más le gusta es bajar a la carnicería para hablar con los amigos y clientes, fue su vida y sigue siéndolo, le encanta el olor a carne fresca y la charla con todo el mundo, por eso a Conchita todos la queremos.

Este negocio junto con el bar Cotarón perduran con sus propietarias controlando que el negocio, hoy ya en manos de sus descendientes, continúe con el espíritu de servicio al pueblo que ellas en sus comienzos desearon mantener siempre vivo.


Gracias Conchita por tu vida dedicada a este pueblo de Trasona, a tus amigos y en especial a tu familia.